Los lugares donde el Champagne cobra vida
De la viña a la prensa, descubra los lugares en los que se encarna el Champagne
Desde la uva hasta el Champagne, transcurren muchos meses, marcados por varias etapas clave. Se encarnan en diferentes lugares: ¡descúbralos!
Donde todo comienza
La vid
A través de los viñedos de Champagne, se alzan las elegantes curvas de las laderas, atravesadas por ríos y cubiertas de vides cuidadosamente alineadas.
Sin embargo, la vid es una planta trepadora silvestre. Si no se poda y cuida, desarrollará abundantes hojas y sarmientos, pero pocos frutos. Por este motivo, durante todo el año el viticultor la podará, la cuidará y la mimará, pero también la protegerá de los imprevistos meteorológicos y de las enfermedades, con la esperanza de recoger abundantes uvas, hermosas y sanas, y así permitir que el terruño de Champagne revele y ofrezca lo mejor que tiene.
Un clima particular, que dificulta la vida de las vides de Champagne
El viñedo de Champagne se beneficia de una doble influencia climática, a la vez continental y oceánica. Un clima particular, que aporta muchos beneficios a la vid, pero que también obliga a los viticultores a adaptarse constantemente. Heladas, tormentas, lluvia… Son muchos los imprevistos meteorológicos que perturban la vid y amenazan la producción.
Desde hace años, los productores de Champagne siguen un procedimiento de desarrollo sostenible, particularmente en términos de viticultura. A partir de los años 1980, surgió en Champagne una concienciación sobre la necesidad de preservar este patrimonio único. Tanto los viticultores como las Maisons de Champagne comparten el mismo deseo de proteger este legado, que es tan frágil como valioso.
Entonces surgieron los primeros programas de “lucha razonada” con el objetivo de reflexionar sobre el impacto de cada gesto en el medio ambiente. Magister, Viti 2000, Viticulture Durable en Champagne, etc. son otros tantos programas que contribuyen a este objetivo. Desde entonces, todo el viñedo de Champagne ha estado en movimiento. Su ambición es que el 100% de las superficies esté certificado en 2030. En Champagne se han desplegado muchos programas o trabajos, como el dosier pulverización (1999), el proyecto Zéro Déchet (Cero Residuos) (2001), etc.
Descubra los principales programas que han marcado la región
1986: El programa del “Zonage” (Zonificación): proporciona un conocimiento profundo de los terruños y elabora fichas de consejos destinadas a los viticultores, para el acondicionamiento de las laderas, el enyerbamiento, los abonos razonados, etc.
1990: Magister y los Groupements de Développement Viticole (Agrupaciones de Desarrollo Vitícola): las primeras redes de viticultores cuyo objetivo era razonar sobre la protección de las vides. Tratar sólo si es necesario, respetar mejor los equilibrios naturales, respetar la seguridad de los que trabajan, implantar las Buenas Prácticas Agrícolas, antes, durante y después del tratamiento.
1991 - Viti 2000: El primer programa de gestión de la vida del suelo, a través de la implementación de importantes experimentos para evaluar los efectos de las prácticas en el agrosistema y seleccionar métodos respetuosos con el medio ambiente.
2001: La primera guía de viticultura razonada que, después, se convirtió en la certificación Viticulture durable en Champagne (Viticultura sostenible en Champagne) en 2014. Esta certificación tiene como objetivo minimizar la presión de las prácticas vitícolas sobre el medio ambiente (aire, clima, agua, suelo, biodiversidad y paisajes). Más de 120 puntos están cubiertos por la certificación creada por el Comité Champagne y reconocida por el Ministerio de Agricultura francés desde mayo de 2015.
2018: Ambiciones: 100% de las superficies certificadas en 2030.
La vid
De la uva al jugo
La prensa
Inmediatamente después de la vendimia, las uvas se llevan al centro de prensado, donde se depositarán en una prensa.
Hasta finales de los años 1980, Champagne sólo utilizaba prensas manuales verticales tradicionales. Actualmente siguen representando el 20% del parque, pero la mecanización ha favorecido el despliegue de nuevas prensas, horizontales, controladas por consolas automáticas.
Distribuidos por todo del viñedo, los centros de prensado evolucionan y ahora pueden estar semienterrados, para reducir el impacto visual en el paisaje.
La capacidad de las prensas puede oscilar, según las explotaciones, entre 2.000 kg de uva entera y más de 12.000 kg.
También en las prensas, no se debe dejar nada al azar
Al igual que en todas las etapas que intervienen en la elaboración del Champagne, el prensado está regulado por el pliego de condiciones de la denominación Champagne. Esto es especialmente importante puesto que los productores de Champagne tienen una particularidad: elaboran un vino blanco, principalmente a partir de variedades de uva negra (pinot noir y meunier tienen la piel negra; sólo la chardonnay es blanca).
Para que esto sea posible, hay que evitar que los jugos maceren en contacto con las pieles.
Al igual que para la vid, en los centros de prensado se llevó a cabo una reflexión sobre la dimensión sostenible.
Entre cada “marc” (unidad de volumen correspondiente a 4.000 kg de uva), la prensa debe vaciarse y limpiarse con agua: los “hollejos” (residuos de uva) se envían a la destilería: de este modo, actualmente se recicla el 100% de los residuos. Los efluentes vinícolas (agua utilizada para la limpieza de las prensas, las cajas de uvas, las cubas, etc.) se recuperan y también se tratan al 100%, para no dañar el medio ambiente.
Los principios del prensado
Prensado inmediatamente después de la cosecha: Los racimos deben prensarse rápidamente después de la cosecha, para que las uvas no tengan tiempo de estropearse.
Prensado de racimos enteros: No prensamos las uvas aisladas, sino los racimos enteros.
Prensado lento y progresivo: Los racimos se prensan suavemente, para no dañar las uvas. Del mismo modo, la altura desde la que caen las uvas debe ser lo más reducida posible para no dañarlas.
Bajo rendimiento de extracción: Damos prioridad a la calidad sobre la cantidad: además, no tratamos de exprimir la mayor cantidad de jugo posible. La prensa debe utilizarse en la medida de lo posible a su capacidad adecuada: ni demasiado ni poco cargada. No puede haber más de 6 “marcs” (“prensados”) por día y por prensa, dejando el tiempo necesario para un trabajo bien hecho.
Fraccionamiento obligatorio de los jugos a la salida de la prensa: Es preciso poder separar los primeros 20,5 hectolitros de jugo extraído, la “cuvée”, de los siguientes 5 hectolitros, denominados “taille”; los dos tipos de jugo dan vinos con características muy diferentes.
La prensa
Del jugo de uva al vino
Los cocederos de Champagne
Una vez prensado, el jugo se convertirá en vino en propiamente dicho, en otro lugar emblemático de Champagne: el cocedero. Aquí es donde se realizará la fermentación alcohólica: bajo la acción de levaduras, los azúcares del jugo se transformarán en alcohol y gas carbónico. Aquí también es donde el vino comenzará lentamente a desarrollar ciertos aromas.
Esta fermentación alcohólica puede realizarse en madera, en barricas o en cubas (especie de toneles gigantes de madera). La mayoría de las veces tendrá lugar en cubas de acero inoxidable, que pueden estar termorreguladas. Estos cocederos pueden ser de diferente tamaño, según la superficie de las explotaciones. Sin embargo, las grandes cubas que se utilizan siguen siendo impresionantes. La próxima vez que visite Champagne, ¡tómese el tiempo necesario para ir a verlas!
“Aquí es donde comienza la transformación de las uvas en bruto en un gran vino de Champagne”
El cocedero
Cuando el vino se convierte en Champagne...
Del cocedero a la botella
El vino continúa su epopeya en un nuevo lugar. Sale de las cubas para llegar a las botellas, que es donde se volverá efervescente: es el momento de la “toma de espuma”.
El embotellado o “tiraje” se realiza mediante embotelladoras, en cadenas de tiraje que serán más o menos largas y estarán más o menos automatizadas.
El tiraje está muy regulado: legalmente no puede realizarse antes del 1 de enero siguiente a la vendimia.
El tiraje
Cultura del Champagne
La botella de Champagne, mucho más que un simple recipiente
La botella de Champagne respeta un pliego de condiciones muy estricto y es una parte integrante del procedimiento de elaboración del Champagne. Sólo puede ser de vidrio y capaz de resistir una presión muy alta, ya que es dentro de ella donde se realizará la toma de espuma.
La botella de Champagne, mucho más que un simple recipiente
La botella de Champagne respeta un pliego de condiciones muy estricto y es una parte integrante del procedimiento de elaboración del Champagne. Sólo puede ser de vidrio y capaz de resistir una presión muy alta, ya que es dentro de ella donde se realizará la toma de espuma.
El final del primer viaje.
Las bodegas de Champagne
Nadie sabría decir cuántos kilómetros de bodegas hay bajo la superficie de las tierras de Champagne. Sin embargo, ¡no es por no haber intentado medirlos! En el momento de la presentación de la candidatura en la UNESCO, destinada a que las “Côteaux, Maisons et Caves de Champagne” (Laderas, Casas y Bodegas de Champagne) fueran reconocidas como Patrimonio Mundial, se había emprendido este trabajo... Pero dada la complejidad y la magnitud de la tarea, tuvo que abandonarse. Así pues, las bodegas de Champagne conservan todo su misterio.
Durmiendo en sus entrañas, las botellas de Champagne desarrollan poco a poco sus sutilezas y sus aromas, tumbadas y apiladas “en rimas”, a veces hasta donde alcanza la vista.
Protegidas de la luz, las botellas permanecerán allí un largo período, cuya duración dependerá del Champagne que se desee elaborar. Aquí experimentarán una segunda fermentación, o “toma de espuma”, antes de entrar en su ciclo de maduración como tal.
Algunas bodegas son emblemáticas de Champagne: éste es el caso de las crayères, bodegas excavadas directamente en la creta, que también están inscritas en el Patrimonio Mundial de la Unesco desde 2015.
Auténticas catedrales subterráneas de creta, estos kilómetros de galerías son sublimes y fascinantes. No deje de visitarlas para vivir una experiencia inmersiva, cautivadora y misteriosa... ¡Casi mística!
Las bodegas
Cultura del Champagne
¿No hace un poco de frío aquí?
Para envejecer de manera óptima, los vinos necesitan una temperatura constante y poco elevada. Gracias a su temperatura siempre cercana a 12ºC, las bodegas de Champagne les ofrecen un espacio ideal.
La normativa impone que las botellas permanezcan en bodega 15 meses y los millésimés 3 años a partir de la fecha de embotellado. Pero casi siempre permanecerán unos años más, con objeto de que transcurra todo el tiempo necesario para desarrollar su carácter.
¿No hace un poco de frío aquí?
Para envejecer de manera óptima, los vinos necesitan una temperatura constante y poco elevada. Gracias a su temperatura siempre cercana a 12ºC, las bodegas de Champagne les ofrecen un espacio ideal.
La normativa impone que las botellas permanezcan en bodega 15 meses y los millésimés 3 años a partir de la fecha de embotellado. Pero casi siempre permanecerán unos años más, con objeto de que transcurra todo el tiempo necesario para desarrollar su carácter.
¡No cualquiera puede ser Champagne!
A través de estos múltiples lugares, el Champagne se convierte en Champagne. El respeto de todas estas etapas, que se materializan en estos lugares míticos, hace que no pueda ser imitado fuera de sus tierras.
Este proceso de producción y los lugares en los que se elabora forman parte de los elementos protegidos en el marco de la Denominación Champagne.