La botella de Champagne
Botellas para todos los usos y todas las ocasiones
En la región, hay una gran diversidad de formatos de botellas de Champagne. Botellas para todas las ocasiones, desde las más íntimas hasta las más festivas. La “demie” es fácil de transportar para un pícnic. La “botella” ideal para una comida con amigos o en Navidad. La “magnum”, para regalar o celebrar una ocasión especial.
Los productores de Champagne también han realizado botellas más grandes, incluso gigantescas, reservadas para momentos excepcionales.
El tamaño del envase también influye en la manera en la que se desarrollará el vino en su interior: una magnum, por ejemplo, aporta al vino un mayor potencial de envejecimiento que una botella.
“La magnum es perfecta para dos personas, sobre todo si una de ellas no bebe”
¡Algunas de estas enormes botellas también pesan mucho! Por ejemplo, la salomon equivale a 24 botellas: por tanto, contiene 18 litros, pesa 43 kg y mide 85 cm x 23 cm. La primat equivale a 36 botellas: contiene 27 litros, mide 100 cm x 26 cm, pesa 65 kg y… ¡más vale transportarla entre varias personas!
¡Un objeto mítico pero también funcional!
La botella de Champagne es mucho más que un envase destinado a contener el vino.
Antiguamente, la fermentación se realizaba en barriles. Pero, debido al frío, esta fermentación tenía tendencia a detenerse con bastante rapidez. En primavera, la fermentación se reanudaba generando gases que hacían “burbujear” el vino, que podía escaparse de los barriles. Los vinos eran entonces más o menos efervescentes.
A finales del siglo XVII, los productores de Champagne buscaban una forma de conservar y transportar sus vinos: entonces, los embotellaron. Inmediatamente, observaron un claro aumento de la efervescencia que se encontraba hasta en la copa. El éxito fue inmediato.
Jéroboam, Mathusalem, Nabuchodonosor… Ya habrá oído estos nombres, pero ¿sabe de dónde proceden? La mayoría de ellos tiene un origen bíblico: esta costumbre, que se remonta al siglo XIX, se debía originalmente a los comerciantes de Champagne. Después se extendió a otros viñedos. Desdichadamente, nadie sabe por qué. Ningún historiador ha encontrado una explicación a esta práctica, que sigue siendo uno de los misterios de la historia del Champagne.
La jéroboam debe su nombre a dos reyes de Israel, el primero de los cuales es considerado el fundador del reino.
La mathusalem evidentemente debe su nombre al famoso patriarca del que se dice en el Génesis que llegó a la edad de 969 años. Fue el abuelo de Noé, el hombre que sobrevivió al Diluvio y que merecía que se diera su nombre a una botella, ya que se le atribuye haber plantado las primeras vides.
La salmanazar tiene cinco padrinos, tantos como los reyes de Asiria que llevaron ese nombre. El más famoso fue Salmanasar III (858 - 824 a. C.) que no consiguió derrotar a los reyes arameos, pero que dejó una reputación de gran constructor.
La balthazar plantea un problema en cuanto al origen de su nombre. Generalmente se cree que es de uno de los Reyes Magos que fue a adorar a Jesús de Nazaret cuando nació. Pero no es correcto, porque en la Biblia los Reyes Magos son completamente anónimos. De hecho, sus nombres se deben a una tradición popular que se remonta a varios siglos después de su publicación. En cambio, el Baltasar citado en la Biblia es el último rey de Babilonia (539 a. C.) que fue derrotado por Ciro, rey de los persas, mientras pasaba las noches de fiesta durante el asedio. La expresión “festín de Baltasar” se utiliza para calificar una comida suntuosa.
La nabuchodonosor obviamente debe su nombre a Nabucodonosor II, llamado “el Grande”, rey de Caldea del 605 al 562 a. C. Hizo de Babilonia la metrópoli del mundo occidental y fue él quien se apoderó de Jerusalén y exilió a la población. Una historia que inspiró a Verdi su Nabucco presentado en 1842.
- - La denominación Champagne (en caracteres muy aparentes),
- - El contenido de azúcar o dosificación (brut, semi-seco, seco, etc.),
- - La marca,
- - El título alcoholimétrico o volumétrico (% vol.),
- - El volumen nominal (en l, cl o ml),
- - El nombre o la razón social del elaborador, el nombre del municipio de su sede social y el nombre "Francia" (+ el nombre del municipio donde se elabora el vino si es diferente de la sede social),
- - Un número de matrícula profesional otorgado por el Comité Champagne precedido por las iniciales que informan sobre la categoría profesional del elaborador (RM para "récoltant manipulant" pequeño viticultor, NM para "négociant manipulant" comerciante, CM para "coopérative de manipulation" cooperativa, RC "récoltant coopérateur" viticultor de cooperativa, SR para "société de récoltants" sociedad de viticultores, ND para "négociant distributeur" comerciante distribuidor, MA para "marque d’acheteur" marca de comprador),
- - La identificación del lote (esta mención puede colocarse directamente en la botella),
- - La mención de los alérgenos (por ejemplo anhídrido sulfuroso, sulfitos o dióxido de azufre, etc.),
- - La mención del consumo de bebida alcohólicas durante el embarazo, incluso en pequeñas cantidades, puede tener graves consecuencias en la salud del niño el logotipo (esta mención sólo es obligatoria en algunos mercados),
- - Cuando proceda, la añada o tal o cual particularidad de la cosecha (blanc de blancs, rosé, blanc de noirs, etc.),
- Información sobre las cepas, la fecha de degüelle, las características sensoriales, las asociaciones platos y vinos, etc.
NM - Négociant manipulant: Se trata de una persona física o jurídica que, además de las uvas provenientes de sus propias vides - si las posee -, compra uvas, mostos o vinos y garantiza su elaboración en sus locales.
RM - Récoltant manipulant: Garantiza la elaboración, en sus locales, únicamente de los vinos provenientes de su cosecha.
RC - Récoltant-coopérateur: Suministra uvas provenientes de su cosecha a su cooperativa y luego retoma de su cooperativa mostos o vinos en proceso de elaboración o listos para seres comercializados.
CM - Coopérative de manipulation: Elabora, en sus locales, los vinos procedentes de las uvas de sus miembros.
ND - Négociant distributeur: Compra vinos en botellas terminadas sobre las que coloca, en sus locales, un etiquetado.
MA - Marque d'acheteur: El elaborador, ya sea comerciante, viticultor o cooperativa, vende botellas terminadas y vestidas con la marca del cliente comprador de las botellas.
Cultura del Champagne
¡No hay Champagne sin una botella de Champagne!
La botella es una auténtica herramienta de trabajo. Forma parte del procedimiento de elaboración del Champagne: el famoso Método champenoise, perfeccionado a lo largo de los siglos. El jugo obtenido de las uvas en las prensas se pone en cubas y luego se embotella: es entonces cuando se vuelve efervescente. A esto se llama toma de espuma. Por lo tanto, es en la botella donde se produce la magia y el vino se convierte en Champagne.
La elaboración del Champagne
¡No hay Champagne sin una botella de Champagne!
La botella es una auténtica herramienta de trabajo. Forma parte del procedimiento de elaboración del Champagne: el famoso Método champenoise, perfeccionado a lo largo de los siglos. El jugo obtenido de las uvas en las prensas se pone en cubas y luego se embotella: es entonces cuando se vuelve efervescente. A esto se llama toma de espuma. Por lo tanto, es en la botella donde se produce la magia y el vino se convierte en Champagne.
La elaboración del Champagne
Sin embargo, en el siglo XVIII, el control de la efervescencia todavía era muy aleatorio: muchas botellas se rompían, provocando importantes pérdidas... ¡Se llegó a creer que este vino era el vino del diablo! Poco a poco, se comprendió que lo que provocaba la rotura era la presión demasiado elevada en la botella... Entonces fue necesario crear botellas con un vidrio más grueso, que pudieran soportar estas altas presiones. Hoy en día, una botella de Champagne está diseñada para soportar una presión de 20 bares, es decir, 3 veces más que la del propio Champagne.
El sistema de taponado también evolucionó con el paso del tiempo: los “broquelets” (tapones de madera), que inicialmente se utilizaban para cerrar las botellas, se sustituyeron gradualmente por tapones de corcho, evitando así las pérdidas de presión o de vino.
La historia de la botella de Champagne se sigue escribiendo. Para limitar el impacto ambiental, en particular al transportar las botellas, los productores de Champagne han tratado de reducir su peso, sin comprometer la calidad del Champagne ni aumentar el riesgo de rotura.
Así, este peso se ha reducido un 7%, pasando de 900 g a 835 g, lo que ha permitido disminuir las emisiones de CO2 de 11,200 toneladas en la fabricación de vidrio y 5,800 toneladas en el transporte, lo que suma un total de 17,000 toneladas de CO2 ahorradas. Esto equivale a una flota de 6,300 automóviles o a las emisiones anuales de 1,700 franceses.
Un enfoque que ilustra una vez más el deseo colectivo de progreso continuo.