Las Cooperativas de Champagne
La puesta en común de recursos, conocimientos y resultados en el centro del modelo
La fuerza de la agrupación
Una de las particularidades del terruño de Champagne es que se encuentra en el límite septentrional del cultivo de la vid. Algunos años, esta característica puede hacer que la viticultura sea especialmente arriesgada... El pliego de condiciones Champagne también garantiza estrictas condiciones de elaboración para asegurar la calidad de los vinos de Champagne. Por lo tanto, al unirse, algunos viticultores han decidido formar un frente común con objeto de compartir las herramientas e instalaciones para elaborar y comercializar el vino de Champagne.
Compartir, transmitir conocimientos y cooperar son algunos de los valores fundamentales de los productores de Champagne. Lo colectivo siempre prevalece sobre lo individual. Esta elección, esta decisión de cooperar se encuentra a lo largo de todo el proceso de elaboración, que siempre sitúa a las personas en el centro del proyecto cooperativo.
Un modelo cooperativo reconocido
Las Cooperativas sitúan la puesta en común de recursos, conocimientos y resultados en el centro de su modelo. Así pues, el modelo cooperativo de Champagne es la economía social y solidaria adelantada a su tiempo. Los “récoltants coopérateurs” llevan sus uvas a la cooperativa. Esta se encarga de prensarlas y vinificarlas y, después, de elaborar los ensamblajes. A continuación, tienen dos opciones: que las botellas se vendan con el nombre de la cooperativa o una marca que esta última haya creado, o recuperar su vino después de la segunda fermentación en botella: en este caso, debe encargarse de la comercialización con su nombre.
Por tanto, en este sentido, las Cooperativas están a medio camino entre los viticultores que elaboran su propio Champagne y las Maisons. La pasión, la colaboración y el saber hacer siguen siendo los mismos, simplemente unimos nuestros esfuerzos para producir un gran vino típico del terruño del que procede.
Las Cooperativas en cifras
- Más de 130 cooperativas
- Los 14.000+ viticultores miembros de cooperativas trabajan 13.000+ ha, es decir, el 40% de toda la AOC Champagne
- 125 centros de prensado
- Capacidad de almacenamiento de 295 millones de botellas
- 30 millones de botellas vendidas por 40 cooperativas
- Más de 130 cooperativas
- Los 14.000+ viticultores miembros de cooperativas trabajan 13.000+ ha, es decir, el 40% de toda la AOC Champagne
- 125 centros de prensado
- Capacidad de almacenamiento de 295 millones de botellas
- 30 millones de botellas vendidas por 40 cooperativas
Una historia de Champagne
Las primeras agrupaciones de viticultores tuvieron lugar a finales del siglo XIX, para luchar contra la filoxera, y la primera cooperativa se creó en 1921. Pero no fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando el cooperativismo de Champagne experimentó un auténtico auge. Actualmente, existen cerca de 130 Cooperativas en Champagne. Apoyan diariamente a los viticultores de Champagne que deciden afiliarse a ellas, en la formación, la innovación, la vinificación, el almacenamiento de las cosechas y las ventas.
En este contexto, algunas cooperativas deciden avanzar colectivamente en algunos temas estructurantes, como la certificación ambiental de todos sus miembros. Avanzando juntos se multiplican los esfuerzos y sus efectos.
Una vía alternativa
Hoy en día, muchas Cooperativas tienen su marca propia. Al igual que las Maisons de Champagne, algunos nombres gozan de un reconocimiento, especialmente a nivel nacional. Algunos incluso han conseguido hacerse un hueco entre las marcas de Champagne más vendidas del mundo.
Las Cooperativas forman parte de la gran familia del viñedo y están representadas por el Syndicat Général des Vignerons (Sindicato General de Viticultores).
Para saber quién elabora y comercializa el Champagne, basta con consultar la etiqueta: si en ésta figura “CM”, de “Coopérative de Manipulation”, significa que el Champagne es comercializado directamente por la cooperativa. Si figura “RC”, de “Récoltant-coopérateur”, significa que el cooperativista se encarga él mismo de la comercialización.