El subsuelo de Champagne
Con numerosas virtudes beneficiosas tanto para la vid como para el futuro vino de Champagne
Bajo la superficie del suelo de Champagne se esconden muchos secretos
Cuando se recorre la región de Champagne, hay lo que se ve: sus laderas, sus pueblos, sus vides acariciadas por el viento y sus viticultores que se afanan... Pero lo que no se ve y que, sin embargo, es esencial, es lo que sucede bajo tierra.
El subsuelo de Champagne tiene muchas características que influyen directamente en el Champagne. Una misma variedad de uva, plantada en la misma latitud, no producirá Champagne aunque se elabore de una forma idéntica, si la vid ha echado sus raíces en otro subsuelo.
Hagamos un viaje en el tiempo, para retroceder 90 millones de años. En aquella época, los océanos cubrían todo. Los sedimentos (depósitos rocosos) arrastrados por los océanos se depositaban en el fondo: ¡se apilaban formando una capa que podía alcanzar una altura de 200 metros!
70 millones de años después, en centro de la cuenca parisina, una región geológica que cubre la mayor parte de la mitad norte de Francia, se hundió considerablemente bajo el peso de los sedimentos acumulados. Aparecieron entonces diferentes tipos de rocas, en capas sucesivas.
Los secretos del subsuelo de la región de Champagne
Diferentes subsuelos para una única denominación
En Champagne, los sedimentos aflorantes son calizos en un 75%: cretas, margas y piedras calizas propiamente dichas. Estas últimas tienen la particularidad de ser un material que se fragmenta, lo que favorece el drenaje de los suelos. Esto ofrece unas condiciones muy favorables para la vid, que siempre tendrá el pie seco y, por tanto, para la maduración de las uvas.
Aunque los subsuelos de Champagne también están compuestos por otros sedimentos, la creta sigue siendo el material de predilección de los viñedos de Champagne. Pero, ¿sabe qué es realmente la creta? Está formada por fragmentos de microorganismos marinos depositados hace millones de años. Su alta porosidad la convierte en un auténtico depósito de agua: de 300 a 400 litros por m3. Esto garantiza que la vid tenga un suministro suficiente de agua, incluso en los veranos más secos.
Además, la creta retiene el agua por capilaridad, regulando de forma natural el consumo de agua de la vid. Esta presión ejercida sobre la vid favorece el equilibrio entre la acidez del fruto, el azúcar y los precursores de aromas que se revelarán en el futuro vino.
Cada variedad de uva tiene su subsuelo preferido
La naturaleza del subsuelo ha guiado la selección de las variedades de uva de la región de Champagne. Tres variedades de uva se han adaptado especialmente bien y, por tanto, se han seleccionado: la pinot noir, la chardonnay y la meunier.
Dependiendo de la naturaleza de los suelos que se encuentran en las diferentes regiones del viñedo de Champagne, ya sea marga, creta o suelos calizos, se preferirá una variedad de uva a otra: así, la chardonnay se encuentra principalmente en la Côte des Blancs y también en la Côte de Sézanne. La pinot noir está plantada sobre todo en la Montagne de Reims, en el este del Valle del Marne y en la Côte des Bar. Por último, la meunier se encuentra en la parte oeste del Valle del Marne.