Viaje al centro
del Champagne
Etapa 1 — La apertura
Un vino que estimula todos los sentidos
El oído no es el primer sentido en el que se piensa cuando se imagina una degustación de vino. Sin embargo, el Champagne seduce el oído de muchas maneras. Desde el ruido que hace el tapón cuando se abre la botella hasta el de las finas burbujas que estallan, la degustación es tan interesante para los oídos como para los demás sentidos.
Un sonido mítico
El “pop” del tapón de Champagne al descorchar la botella es un ruido icónico, que remite inmediatamente a la celebración. Un ruido lleno de promesas para la continuación con la degustación.
En el acto siguiente, un oído atento podrá seguir las burbujas que se instalan en la copa.
Las palabras del oído
" Después del “pop” de la apertura, llega el momento de verter el Champagne. Entonces se escucha la efervescencia, como un murmullo, un burbujeo, un escalofrío... Crepita, cruje, chasquea. Las burbujas estallan, resuenan, revientan, balbucean, murmuran y, después, se apagan. Otras tantas palabras que pueden inspirarle durante las degustaciones. "
Etapa 2 — La efervescencia
El ballet de las burbujas
Observe ahora. En su copa bailan finas burbujas, cuyo movimiento es como un ballet infinito. Forman en la superficie el cordón, o “collar de perlas”. Cuando estallan, observe las finas gotitas proyectadas en las paredes de la copa. Le sorprenderá ver que la efervescencia se expresa de diferentes formas según la personalidad y la edad del vino.
¿De qué color es su Champagne?
Sumerja su mirada en el líquido que se encuentra en su copa: ¿Qué ve? El Champagne puede revestir una gama infinita de tonos, desde los amarillos más pálidos hasta el oro viejo. Los sutiles reflejos rojos caracterizan la dominancia de las variedades de uva negra.
¿El vino en la copa presenta una capa principalmente amarilla con reflejos verdes más o menos marcados? Frecuentemente esto es sinónimo de la presencia mayoritaria de chardonnay o de la juventud del vino.
Sumerja su mirada en el líquido que se encuentra en su copa: ¿Qué ve? El Champagne puede revestir una gama infinita de tonos, desde los amarillos más pálidos hasta el oro viejo. Los sutiles reflejos rojos caracterizan la dominancia de las variedades de uva negra.
Es el color más extendido. Si observa la capa, comprobará que es de un amarillo “puro”, “completo” y que no tiene reflejos de ningún otro color. Es el resultado de elecciones en términos de variedades de uva, de vinificación y/o de envejecimiento.
Sumerja su mirada en el líquido que se encuentra en su copa: ¿Qué ve? El Champagne puede revestir una gama infinita de tonos, desde los amarillos más pálidos hasta el oro viejo. Los sutiles reflejos rojos caracterizan la dominancia de las variedades de uva negra.
Observe detenidamente el vino en su copa. Al color amarillo se añaden reflejos ligeramente anaranjados. Esto generalmente indica un vino compuesto mayoritariamente por variedades de uva negra y/o con un tiempo de vinificación más largo y/o una proporción mayor de vinos de reserva.
Sumerja su mirada en el líquido que se encuentra en su copa: ¿Qué ve? El Champagne puede revestir una gama infinita de tonos, desde los amarillos más pálidos hasta el oro viejo. Los sutiles reflejos rojos caracterizan la dominancia de las variedades de uva negra.
Aquí, los matices se parecen más al ambarino. Este color se debe, en primer lugar a las elecciones de vinificación al comienzo del proceso, pero también a la evolución del vino. Esto indica generalmente vinos complejos, de gran madurez.
Sumerja su mirada en el líquido que se encuentra en su copa: ¿Qué ve? El Champagne puede revestir una gama infinita de tonos, desde los amarillos más pálidos hasta el oro viejo. Los sutiles reflejos rojos caracterizan la dominancia de las variedades de uva negra.
¿La capa del vino en su copa es de un color rosa pálido? Ciertamente se trata de un rosado de ensamblaje compuesto por un pequeño porcentaje de vino tinto o de un rosado de sangrado/maceración con una maceración de corta duración.
Sumerja su mirada en el líquido que se encuentra en su copa: ¿Qué ve? El Champagne puede revestir una gama infinita de tonos, desde los amarillos más pálidos hasta el oro viejo. Los sutiles reflejos rojos caracterizan la dominancia de las variedades de uva negra.
Aquí, el color rosa del vino presenta ligeros reflejos anaranjados. Independientemente del método de elaboración (ensamblaje o maceración de corta duración), puede indicar que el Champagne ha experimentado un tiempo mayor de envejecimiento.
Sumerja su mirada en el líquido que se encuentra en su copa: ¿Qué ve? El Champagne puede revestir una gama infinita de tonos, desde los amarillos más pálidos hasta el oro viejo. Los sutiles reflejos rojos caracterizan la dominancia de las variedades de uva negra.
El color es más oscuro y se desvelan en el vino matices rojos. Este es generalmente el color de un vino de Champagne elaborado por maceración.
Sumerja su mirada en el líquido que se encuentra en su copa: ¿Qué ve? El Champagne puede revestir una gama infinita de tonos, desde los amarillos más pálidos hasta el oro viejo. Los sutiles reflejos rojos caracterizan la dominancia de las variedades de uva negra.
Aquí, la capa presenta reflejos púrpura y, por lo general, es el resultado de una maceración más larga del vino con las pieles de las variedades de uva pinot noir y/o meunier.
Las palabras de la vista
" Ante nuestros ojos, el líquido vertido burbujea, está vivo, se agita. Las burbujas finas o medianas, regulares, en columna, agrupadas, delicadas, son como una lluvia de estrellas fugaces, que giran sobre sí mismas... La espuma, collar de perlas finas, es cremosa, blanca, persistente, viva, elegante... "
Etapa 3 — La sujeción
Una copa adaptada al Champagne
La copa, en sí misma, despierta el tacto. Idealmente, tiene forma de una tulipa y de la mayor finura posible. Se forma en sus paredes un fino vaho, prueba del frescor del vino que contiene...
La sujeción de la copa
De todos nuestros sentidos, es el tacto el que será el más sensible a la temperatura del Champagne. Al sujetar la copa en la mano, este frescor se percibe inmediatamente. En boca, el paladar aprecia esta sensación. El Champagne presentará lo mejor de sus cualidades y de su carácter entre 8°C y 10°C. Para ello, deje la botella en un lugar fresco o en una cubitera una media hora antes de servirlo.
Las palabras del tacto
" Bajo nuestros dedos, el ligero vaho formado en la pared de la copa capta y permite descubrir el frescor del Champagne. Cuando se degusta, las finas burbujas invaden la boca y después explotan, despertando el paladar con su agitación. Las papilas también se estimulan con el estallido de sabores que se liberan. "
Etapa 4 — La experiencia de la degustación
La importancia de las burbujas
Las burbujas actúan como un amplificador de los efluvios que contiene el Champagne. A medida que estallan, sentirá que el Champagne libera cada vez más sus aromas.
Sensaciones que evolucionan con el tiempo
Para disfrutar de toda la riqueza organoléptica del Champagne, es preciso esperar a que el vino se abra. En primer lugar se podrá sentir una fragancia de flores blancas, por ejemplo. Pero pronto, otros aromas completarán el cuadro: corteza de naranja, bayas silvestres, etc. Los aromas dependen del perfil del Champagne y de su edad. Evolucionan con el paso del tiempo, desde la juventud hasta la plenitud.
Los aromas del Champagne
Una explosión de sabores
Uva blanca
La chardonnay
Produce vinos con notas de flores blancas (espino, madreselva, tilo, acacia, jazmín y azahar), de cítricos (limón y pomelo) y de frutos exóticos (lichi y piña), así como de manzana, pera y especias (anís, jengibre), e incluso mentoladas.
En boca
Estos vinos generalmente tienen una estructura ligera en boca, aérea con cierta vivacidad. Son la expresión de las tierras gredosas, que se las califica con un término difícil de describir: “la mineralidad”. Se manifiesta por la mezcla de dos sensaciones: la acidez y la salinidad.
Uva negra
La pinot noir
Revela notas de frutos de carne blanca y amarilla (melocotón, albaricoque, ciruela y ciruela mirabel), así como de frutos rojos (fresa, frambuesa y cereza) e incluso negros (mora y arándano), de cítricos (mandarina y naranja), de frutos exóticos (mango y maracuyá), toques florales (rosa, peonía y violeta) y, a veces de especias (canela y clavo de olor).
En boca
Los vinos de pinot noir aportan al Champagne cuerpo y potencia
Uva negra
La meunier
Revela notas de frutos de carne blanca y amarilla (melocotón, albaricoque, ciruela y ciruela mirabel), así como de frutos rojos (fresa, frambuesa y cereza) e incluso negros (mora y arándano), de cítricos (mandarina y naranja), de frutos exóticos (mango y maracuyá), toques florales (rosa, peonía y violeta) y, a veces de especias (canela y clavo de olor).
En boca
Los vinos procedentes de meunier aportan al Champagne redondez, un aspecto untuoso y delicioso.